Debemos aplicar frío sobre una lesión durante las primeras horas. Las lesiones provocadas por traumatismos o situaciones agudas como la tendinitis, luxaciones o fracturas precisan la aplicación de frío en primer lugar para reducir la inflamación y el dolor.

Lo ideal es aplicar frío entre unos 20 y 30 minutos, dejar descansar la zona y repetir. Podemos realizar estas aplicaciones unas tres veces por día. Además, será fundamental acompañar esta terapia de reposo.

Para aplicar frío en un esguince podemos coger una compresa de frío o utilizar un spray de frío o gel frío. Colocar el pie en alto y aplicar frío unos 20 o 30 minutos, descansar unos minutos y repetir. No se recomienda aplicar hielo sobre la piel, puede provocar quemaduras.