Este esparadrapo está compuesto por una tejido muy resistente y dos capas diferenciadas. Una de ellas, con un adhesivo muy potente, resistente al agua, al roce y al movimiento habitual. Y su forma más habitual de venta al público es enrollado, como esparadrapo de tela 10x10. Es el caso de Leukoplast, cuyo uso es universal y su precio competitivo.

Y, aunque, la palabra versatilidad acompaña a este producto, cuyos usos son muy variados, la mayoría están relacionados con la cura de lesiones o heridas. Por ello vamos a ser un poco más concretos, y contarte 3 formas en las que el uso del esparadrapo Leukoplast es clave:

Sujetar vendajes

Es uno de los usos más habituales de cualquier esparadrapo. Con el podemos sellar de forma segura el vendaje de una herida, que previamente hayamos limpiado y protegido cuidadosamente.

En este caso un buen esparadrapo nos da la seguridad de que el vendaje se mantendrá en el tiempo.

Inmovilización de una parte del cuerpo

Gracias a su firmeza y durabilidad, podemos usarlo a la hora de inmovilizar cualquier parte del cuerpo.

Ejercer presión sobre una herida o lesión

Es otro de los usos más habituales, para el cual se necesita el uso de una técnica adecuada a la hora de su colocación. Es bueno, en este caso, comprobar que la presión ejercida es suficiente, pero no excesiva, para evitar obstaculizar la circulación de la sangre.

Es importante recordar que, aunque hablamos en este caso de un esparadrapo de tela, existen también esparadrapos de otros materiales, como papel, seda o plástico, cuyos usos son diferentes.